Ante cualquier reclamación en Consumo a una empresa asociada por parte de un cliente que tenga la consideración de consumidor (normalmente clientes particulares, no empresas ni autónomos), por parte de los Servicios Jurídicos de FEMPA le ayudan a contestar a las pretensiones del cliente reclamante, redactando el correspondiente escrito o documento de alegaciones, o, en su caso, el recurso administrativo que proceda (de reposición ante la misma autoridad de Consumo, o de Alzada, ante su superior jerárquico) para su presentación y asesorándole sobre cuales son sus obligaciones y sobre la mejor manera de enfocar su defensa.
Normalmente las reclamaciones en Consumo se inician mediante la solicitud y cumplimentación de una Hoja de Reclamaciones por parte del cliente, quien posteriormente debe, si desea seguir adelante, trasladar su reclamación a la Oficina Municipal de Consumo, OMIC de su Ayuntamiento), remitiendo una copia de la Hoja de Reclamaciones a dicho organismo.
Pero, hay que recordar que para que una reclamación pueda ser tramitada ante las autoridades de Consumo (OMIC del Ayuntamiento correspondiente o Servicio Territorial de Consumo), el reclamante debe ser un consumidor. No se considera en ningún caso consumidor a quien reclama en relación con un servicio o bien que esté relacionado con su actividad profesional, por lo que normalmente una empresa o un autónomo no tendrá acceso a esta vía y cualquier intento por su parte de presentar una reclamación ante Consumo, será archivada directamente.
Asimismo, FEMPA designa árbitros por la parte empresarial que participan en las vistas que se celebran para aquellas reclamaciones que llegan a la Junta Arbitral de Consumo, para lo cual resulta requisito imprescindible que ambas partes (empresa y consumidor) estén de acuerdo en someter la cuestión a dicho arbitraje, ya que el Laudo Arbitral que se dicte tiene el mismo valor que una Sentencia judicial y es de obligado cumplimiento.
