La corrosión es, tal vez, el inconveniente más habitual y grave que afecta a las conducciones metálicas de agua, tanto en instalaciones de suministro de agua de consumo humano como de cualquier otro tipo de suministro de agua, desde conducciones que transportan agua para climatización como las pertenecientes a los más variados procesos industriales.
No solo se trata de un problema de incompatibilidad entre materiales que conforman las tuberías o los accesorios empleados, sino también de las características del ambiente donde se ubican o por donde transcurren esas conducciones o de las propiedades fisicoquímicas de los fluidos transportados. Todas ellas, de forma individual o de forma conjuntan, que es lo normal, afectan a las propiedades mecánicas de las conducciones y, por tanto, comprometen sus características de funcionalidad, así como la vida útil de nuestra instalación. Por tanto, tan importante es conocer los métodos existentes para evitar la corrosión, como conocer los mecanismos que la originan.
Durante las XIII Jornadas Técnicas Hidraqua/Aguas de Alicante expondrá las claves para afrontar la problemática que supone la corrosión y cómo poder minimizarla, en la medida de lo posible, sin poner en riesgo nuestras instalaciones.
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