Propuestas en materia de economía circular
Es preciso que se tenga en cuenta la cantidad de material procesado en las instalaciones de reciclaje y no sólo las toneladas de residuos recogidos, con unos objetivos de reciclaje más ambiciosos y más centrados en la calidad del reciclado que en el volumen.
En un escenario de escasez y fluctuación de precios de las materias primas, la economía Circular contribuye a garantizar la seguridad de suministro y la reducción de costes. Una economía más eficiente en el uso de los recursos, nos abre un escenario de mayor innovación y competitividad, de menor producción de residuos, que limita el consumo de la energía y que contribuye a evitar impactos ambientales no deseados.
Para ello, el Plan de Acción sobre Economía Circular de la Comisión Europea contiene iniciativas orientadas en materia de producción a promover la reparabilidad, durabilidad y reciclabilidad, con el desarrollo normativa de ecodiseño y el fomento de las etiquetas ecológicas y de los Sistema de Gestión Ambiental (EMAS), etc.
En materia de consumo: campañas de sensibilización para un consumo responsable, promoviendo la actualización de la normativa de Gestión de Residuos a fin de incrementar la trazabilidad de los residuos, aumentando la inspección…
Otras medidas van en pro de la reutilización de aguas residuales, la investigación, innovación y competitividad: financiación de proyectos de I+D+i, coordinación con instituciones de innovación,…, así como en materia de empleo y formación, la identificación de nuevas oportunidades de empleo, el desarrollo de módulos formativos para nuevos empleos, la difusión de buenas prácticas relacionadas con Responsabilidad Social Corporativa, etc.
Necesidades de la Industria en el marco de la Unión Europea. Reindustrialización.
La falta de política industrial común europea ha ayudado al traslado de la actividad industrial a países emergentes que han sabido valorar y aprovechar la oportunidad que les ofrecía el desinterés de las economías europeas por su Industria. Mientras, los países “exportadores de industria”, entre ellos en España, perdieron cantidad y calidad de producción, y capacidad para desarrollar nuevos productos y servicios. Se ha reducido su capital industrial, material y humano y el nivel y la calidad del empleo, provocando una caída de la competitividad global.
Únicamente con una Industria fuerte, productiva y competitiva como base de la economía podrá mantenerse la prosperidad y el estado del bienestar, preservando el medio ambiente a través de la innovación y con empleo cualificado y estable.
Así, la Industria necesita un suministro de energía competitivo y seguro, modernizar infraestructuras y redes, mejorar las interconexiones internacionales eléctrica y gasista… Para ser competitiva, la Industria ha de tener una elevada productividad lo que exige excelentes infraestructuras y medidas regulatorias que incrementen las capacidades de transporte y faciliten el acceso a los mercados y junto al ello, es necesario promover la internacionalización de nuestras empresas industriales y defender sus intereses en el desarrollo de las políticas y los tratados comerciales, para remover los obstáculos que existen para su salida al exterior.
Europa debe ser capaz de trabajar por la reindustrialización, no sólo por haberse marcado ya el reto sino porque se trata de una exigencia fundamental, la única garantía real de creación de empleo cualificado y estable y, especialmente en el caso concreto de España, la mejor arma contra el paro estructural
Apoyo a la digitalización de la economía
Los Estados miembro de la Unión Europea invertirán de forma masiva en líneas estratégicas decisivas, como son las infraestructuras 5G y la ciberseguridad. Por supuesto, este proceso de digitalización continua afecta a todos los sectores y, en especial, a las empresas pertenecientes al Sector del Metal, imparables en su transformación digital.
Durante los años de crisis socio-económica, el nivel de inversión de las empresas industriales del Metal fue insuficiente, por lo que hoy, de nuevo en el camino del crecimiento y la competitividad, la Unión Europea deberá promover el relanzamiento de la Industria mediante apoyo económico, entre otros refuerzos, destinando fondos a la adquisición de nuevos equipos para las compañías y a la formación para la gestión del entorno digital en las empresas.
La carga burocrática y administrativa asociada a las subvenciones provenientes de la Unión, así como el propio desconocimiento de los numerosos instrumentos y sus características, obliga a los empresarios a contratar servicios de consultoría especializados en financiación de la Unión Europea, lo que supone un enorme obstáculo y gran desventaja para las pequeñas y medianas empresas.
Es conveniente emprender acciones dirigidas a divulgar la existencia de estos fondos y las numerosas posibilidades de financiación que ofrece la Unión Europea entre los potenciales beneficiarios. Iniciativas y proyectos como la creación “ventanillas únicas” podrían contribuir a comunicar esta información esencial para el impulso de nuestras compañías y permitir fundar empresas y crear start-ups con mayor grado de riesgo, apostando por proyectos empresariales que los bancos tradicionales no financian.
Formación
La UE no debe olvidar los problemas que enfrentan las pymes en relación a la formación en el empleo, como la falta de recursos financieros y humanos. Las pequeñas y medianas empresas requieren apoyo para implementar sistemas acomodados a la instrucción permanente, de manera que los trabajadores puedan adaptarse también a los cambios.
Igualmente imprescindible será orientar a las pymes para que puedan abordar adecuadamente sus necesidades en materia de cualificaciones, diseñando planes de formación que subsanen las brechas detectadas y mejorando la asignación de las partidas presupuestarias de la UE.
Altos costes energéticos. Sistema gasista
En España, la industria supone el 62% del consumo nacional total de gas. La competitividad del gas español ha empeorado progresivamente llegando a precios entre un 20 y un 25% más alto que el de sus competidores europeos. En cuanto a costes regulados, los peajes están en España un 45% por encima de los de la media europea: los industriales españoles pagan aproximadamente el doble que los franceses, el triple que los británicos y, en algunos casos, hasta seis veces lo que los alemanes.
Los peajes que soporta el industrial español están tan por encima de los de sus competidores europeos, lo que lastra la competitividad de sus industrias, incidiendo directamente en la rentabilidad de sectores como el siderúrgico, entre otros.
Riesgos del BREXIT
La globalización es un impulso vital para la competitividad y la innovación en la industria del Metal como principal exportadora europea, suponiendo dos tercios de las ventas exportaciones, y el consecuente empleo generado.
El libre comercio y los mercados abiertos han resultado los principales promotores de la prosperidad en la UE. Por tanto, en un escenario global tendente al nacionalismo y al proteccionismo, la UE debe mantener el objetivo de alcanzar nuevos acuerdos comerciales de carácter internacional, al mismo tiempo que ha de salvaguardar las relaciones comerciales ya existentes.
Desde el Sector del Metal nacional y europeo reiteramos la necesidad de mantener un comercio libre y sin fricciones con uno de nuestros socios principales: el Reino Unido.
En el caso del Sector del Metal español, la automoción, las cadenas logísticas u otras actividades industriales podrían sufrir un gran impacto en caso de un BREXIT caótico.
Es necesario que las empresas nacionales tanto del Metal como de otros Sectores se preparen mediante planes de contingencia. Asimismo, los poderes públicos y la Administración deben corresponsabilizarse, ya que las empresas de la industria del Metal necesitarán de certidumbre para planificar sus decisiones inversoras y estratégicas.
Por lo tanto, se hace necesario mantener un comercio libre y sin fricciones, evitando las barreras de todo tipo a libre circulación de bienes y servicios, siendo además imperativo que se permita que los trabajadores de cualquier nivel de cualificación puedan moverse libremente entre la UE y el Reino Unido para mantener las cadenas de suministro de gran complejidad y abordar los problemas del déficit de cualificaciones que afectan al Sector.
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