El Centro de metal acogía el seminario intensivo y práctico dirigido a los gerentes y directivos de las empresas del metal para confeccionar su propio plan preventivo, ante la entrada en vigor del nuevo Código Penal que ha introducido el concepto de criminalidad empresarial y el reconocimiento de la responsabilidad penal de las personas jurídicas en determinados delitos. Ello obliga a las empresas adoptar mecanismos internos de prevención de aquellas conductas que puedan suponer consecuencias penales para la entidad.
“Las empresas debemos estar preparadas y contar con sistemas de control que detecten las conductas delictivas. Estos sistemas sirven para prevenir y dar una rápida respuesta a situaciones y comportamientos que pueden ser constitutivos de delito, además de garantizar la exención de responsabilidades de las empresas”, explicaba uno de los gerentes asistentes.
El nuevo Código Penal pretende combatir la corrupción empresarial y la denominada conducta del “cebado de directivos” para que la reiteración de dádivas no impida el ejercicio del libre mercado y de la leal competencia.
La responsabilidad penal de las personas jurídicas se aplica en dos ámbitos. Las empresas responden penalmente, por un lado, de los delitos cometidos por las personas físicas que ejerzan cargos de dirección y, por otra parte, de los cometidos por cualquier otra persona dentro del seno de la propia empresa, cuando no se haya ejercido sobre ellos el debido control.
Debido a la importancia y a las consecuencias para las empresas del nuevo concepto de responsabilidad penal, los servicios jurídicos de la Federación ponen en marcha una nueva iniciativa para la confección de planes preventivos.