En la mañana de hoy se han registrado incidentes violentos y actos de fuerza contra el personal de FEMPA. Los sindicalistas concentrados ante la puerta de Centro del Metal han provocado una fuerte detonación bajo el vehículo de uno de los trabajadores de la plantilla de la Federación, produciendo daños en el vehículo y provocando un estado de ansiedad en el trabajador que ha precisado de asistencia médica.
“Nuestra mayor repulsa a este tipo de comportamientos vandálicos y agresivos. Contra los violentos, tolerancia cero. Es lamentable que los sindicatos no hayan evolucionado y ejerciten el uso de la fuerza demostrando un total desprecio al diálogo y a las vías racionales para llegar al consenso”, destacaban desde FEMPA. “Son profesionales de la protesta pero es intolerable que lleguen a los actos violentos”.
Lo que está ocurriendo en Alicante con los sindicatos es una vergüenza. Parece que todavía no se han enterado de que, por desgracia, en nuestra provincia se destruye más empleo y más rápidamente. Actitudes como la suya no ayudan nada. Tratan de ahogar todavía más a los empresarios que son los únicos que pueden crear empleo”.
FEMPA está convencida de que su última propuesta, rechazada por los sindicatos en el mes de noviembre, era más que razonable, con incrementos salariales del 1,5%, y revisión retroactiva, ya que no sólo se garantiza el poder adquisitivo de los trabajadores sino que se mejora de manera ostensible. Y todo ello, teniendo en cuenta la constante de IPCs negativos durante 2009 y en medio de la peor crisis que se recuerda. “No sabemos qué más quieren. Cuando se tensa tanto la cuerda, se rompe y esto es lo que parece que quieren”, apuntaban desde FEMPA.
“Si en los convenios del Metal de Madrid, Zaragoza, Sevilla, Cantabria o LA Rioja, se han alcanzado recientemente acuerdos con incrementos del 1 % con revisión técnica, y con cláusulas de descuelgue y de absorción y compensación, que es lo normal ante la grave crisis que parecemos, por qué en Alicante siguen empecinándose con un inasumible incremento del 2% más una serie de imposiciones que lo único que van a conseguir es asfixiar lo que queda vivo del sector. No se puede pretender a estas alturas que las empresas tengan que cargar con un incremento medio de 600 euros por trabajador, lo que supondría terminar de arruinar al sector”. “No entendemos porqué los Sindicatos no reivindican medidas económicas urgentes y eficaces, que realmente nos ayuden a todos, pero ante quien se tienen que reclamar, para afrontar urgentemente la necesaria recuperación económica”.
FEMPA considera que el Estatuto de los Trabajadores reconoce expresamente la aplicación de cláusulas de descuelgue y absorción en los convenios colectivos y así se está haciendo en muchos convenios del sector. Por ello, no entiende el firme rechazo sindical a que, con carácter transitorio y mientras persista la crisis, opere la cláusula de absorción y compensación para que, sólo los salarios más altos y que van muy por encima de lo que marca el convenio, puedan compensar las subidas de convenio.“Parece mentira que estos mismos sindicatos que acaban de llegar a acuerdos en distintas provincias españolas nieguen a los empresarios de Alicante las condiciones que ya han suscrito en los demás convenios provinciales del metal”. De igual modo, se propone una auténtica cláusula de descuelgue salarial que cumpla su verdadera finalidad, para que las empresas afectadas puedan descolgarse del convenio cuando acrediten fehacientemente sus pérdidas y no tengan que llegar a los despidos masivos, vía ERE. “Lo que actualmente existe en nuestro convenio no es descuelgue salarial, si no reducción de jornada.”
Si hay algo de lo que esta sociedad está realmente harta es de la actitud prepotente de algunos liberados sindicales, sabedores de su situación blindada y privilegiada frente al resto de trabajadores y de su abuso de las situaciones. A ese tipo de liberados sindicales les importa muy poco las empresas y, por tanto, los trabajadores y sólo actúan por su propia supervivencia.
Cuando salgamos de esta crisis tienen que cambiar muchas cosas y no sólo el modelo productivo sino que habrá que revisar también el papel de los sindicatos en la sociedad. Su actitud ante la peor crisis de los últimos 70 años está siendo bastante vergonzante.