El convenio de la Industria del metal de la provincia de Alicante, que afecta a más de 34.00 trabajadores, se encuentra estancado dada la inflexibilidad de los sindicatos CC.OO. y UGT que se aferran a un Convenio Colectivo firmado en 2009, e intentan forzar incrementos salariales del 3,8% (para 2011 y 2012) y de un 1,6% (para 2013 y 2014), incrementos muy alejados del II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (II AENC), suscrito por UGT, CCOO y CEOE a principios de 2012, que parte de los objetivos de contención salarial y flexibilidad.
Si la situación económica en nuestro país está lejana de la recuperación, con un PIB del -1,9% en el último cuatrimestre de 2012, en la Comunidad Valenciana, y más concretamente en la provincia de Alicante, los datos de desempleo y el cierre de empresas está por encima de la media nacional.
Antes de finalizar la vigencia del Convenio de la Industria del metal 2009-2012, en noviembre de 2012, la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante (FEMPA) y los sindicatos de CCOO y UGT iniciaron la negociación del nuevo convenio en plazo y forma. Después de varias e intensas sesiones maratonianas y multitudinarias de negociación, los representantes de los trabajadores se levantaron de la mesa de diálogo, el pasado 16 de abril, bloqueando el convenio colectivo de la industria del metal. Las propuestas iniciales giraban entorno a la redacción de un nuevo texto desde cero, o prorrogando lo esencial del anterior convenio para 2013 y 2014, incluyendo lo establecido en la II AENC. Se hacía necesario, además, dar salida a las tablas salariales de 2012, pendiente de resolución judicial, por el conflicto colectivo instado por los sindicatos.
“La oferta de la patronal sobre la mesa se centra en establecer mecanismos que, evitando los despidos, permitan adaptar los costes laborales a las actuales circunstancias económicas con el fin de recuperar la competitividad de las empresas”. Para ello proponen un incremento salarial del 0,9% para 2011 y del 0,6% para 2012, 2013 y 2014, con inclusión de la cláusula de absorción y compensación, temporalmente durante la vigencia de este convenio. “Intentamos adaptarnos al actual contexto, porque las empresas no pueden asumir incrementos del 5,4% sin tener que destruir aún más empleo y sin que corran el grave riesgo de desaparecer”, mantiene FEMPA.
“Nosotros no tenemos ninguna intención de dilatar esa situación en el tiempo, más bien al contrario. Son los sindicatos los que pretenden una contra reforma laboral para que las empresas, motor de la economía, renuncien a introducir la flexibilidad y la moderación salarial tanto de la II AENC como del actual marco normativo”.