Todos los días aparecen nuevas noticias que hacen referencia a la situación de gran crisis por la que pasa la economía. Ejemplo de ello es el último informe realizado por Caja España, según datos recogidos por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), Hispalik y Eristeque, que indica que la Comunidad Valenciana cerrará el ejercicio con un desempleo del 19,5% que se incrementará el año próximo hasta el 21%. Además la recesión prevista cuando acabe el año llegará al -3,1% en términos de PIB, dos décimas por encima de la media nacional y a la cabeza del resto de regiones.
Pero la realidad es todavía más dura de lo que reflejan estos datos para los empresarios.
Por ello, FEMPA reivindica un convenio de excepción para tiempos de crisis. “Proponemos un convenio que se circunscriba al actual ciclo económico depresivo y que posibilite a nuestras empresas paliar estos tiempos de crisis y reorganizarse para sobrevivir “hasta que la economía comience a repuntar a partir de 2011”, declaraban desde la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante. “Lo que los empresarios queremos es frenar la sangría y la destrucción de empleo que conlleva el cierre de empresas”. Un Convenio que se adapte a la realidad actual
Hay que partir de que el índice de inflación está en -0,9%. Con este escenario de deflación y de depresión económica es imposible plantear algo distinto a la contención salarial para el ejercicio 2009, que todavía puede arrojar indicadores económicos peores en lo que resta de año. Por tanto es evidente que en este ejercicio no cabe hablar de revisión retroactiva.
“Es imposible admitir la presión sindical para que los salarios se incrementen en un 2% este año. Eso es estar fuera de la realidad. Tengamos en cuenta además que el descenso generalizado de los precios supone un incremento inducido de la renta real de los trabajadores”, explicaban desde FEMPA
La patronal ve necesario introducir en el texto de convenio una autentica cláusula de descuelgue salarial que sirva a sus verdaderos fines, permitiendo que en situaciones de crisis como la actual, y sólo de manera excepcional, pueda dejar de aplicarse el salario de convenio, siempre y cuando se den determinadas circunstancias.
Última sesión de la Negociación colectiva en el nuevo centro del Metal
Por otro lado, la cláusula de absorción y compensación es una reivindicación de los empresarios que cobra, en los momentos actuales, más fuerza tratándose de una facultad empresarial que reconoce expresamente el articulo 26.5 del Estatuto de los trabajadores y que, sin embargo, no sólo no aparece reflejado en el texto del convenio, si no más bien lo contrario, se niega de manera explícita. FEMPA reclama que el empresario, en aquellos casos en que haya establecido mejoras salariales, no se vea perjudicado por la traslación automática de incrementos generalizados de convenio.
Otros aspectos fundamentales de la plataforma patronal se centran en introducir cláusulas que estimulen y evalúen la productividad, jubilaciones y rejuvenecimiento de la plantilla y flexibilidad laboral
FEMPA recalca que se ha renunciado a un importante número de reivindicaciones con el objetivo de alcanzar un acuerdo. Hace un llamamiento a la cordura y a la responsabilidad que hasta ahora han demostrado los líderes sindicales para garantizar la estabilidad y la paz social tan necesaria que permita lograr la recuperación económica.