La decisión de los sindicatos de judicializar la negociación colectiva está teniendo graves consecuencias para trabajadores y empresarios al verse dilatada la configuración de las tablas salariales de 2012. Hoy se ha celebrado la vista en los Juzgados de lo Social de Alicante para que sea un juez el que determine si aplica o no la moderación salarial en las empresas de la industria del metal alicantino.
Para los empresarios, llevar hasta los juzgados las tablas salariales responde a una estrategia “perfectamente calculada, un modus operandi que no nos deja de sorprender porque estamos inmersos en la negociación del nuevo Convenio Colectivo de la Industria para la provincia de Alicante”. La última sesión de negociación tenía lugar el pasado 26 de julio y eran los representantes de los trabajadores los que emplazaron a los empresarios a “después del juicio” para retomar el diálogo. “Los sindicatos están tratando de supeditar la negociación de uno de los sectores más productivos e importantes de nuestra provincia a una decisión judicial”. Sin embargo, tal y como recoge el acta de la última sesión del 26 de julio, los propios sindicatos entraban en una renegociación de los incrementos salariales que, precisamente hoy negaban ante el juez, exigiendo el cumplimiento de lo pactado en 2009.
Desde que a principios de 2012 patronal y sindicatos se sentaran para fijar la revisión de las tablas salariales de 2011 y aplicar los incrementos salariales para 2012, los sindicatos se han enrocado en el convenio colectivo firmado en 2009 con un incremento salarial basado en el criterio de trasladar de manera automática al artículo 50 del texto del convenio de la industria del metal 2009-2012 el punto intermedio de las bandas salariales establecidas para los años 2010, 2011 y 2012 conforme al I Acuerdo Nacional de Empleo y Negociación Colectiva (AENC) suscrito por los sindicatos UGT, CCOO y por CEOE.
Las previsiones de crecimiento y de la situación económica en nuestro país fueron recrudeciéndose y en enero de 2012, los representantes de los trabajadores y de los empresarios suscribían un II AENC que partía de los objetivos de contención salarial y flexibilidad y que, además, marcaba un hito al abrir una nueva vía a la Renegociación de los convenios aún en vigor, revisándolos con el fin de adaptar sus contenidos a las circunstancias económicas actuales. La banda salarial para el año 2012 que sindicatos y patronal acordaron el 25 de enero, en el marco del II AENC, sustituye a la anteriormente pactada en el I AENC para ese mismo año 2012, cifrando el incremento salarial entre el 0% y un máximo del 0,5% para 2012. Frente al ofrecimiento de FEMPA de aplicar el tramo máximo de la banda salarial del II AENC, los sindicatos insisten en aferrarse a incrementos superiores al 3 %, porque así se había pactado hace 4 años. “Por todo ello intentamos adaptar las condiciones pactadas en el convenio ya que las empresas, en el actual contexto, no pueden asumir incrementos que exceden del 3% sin tener que destruir aún más empleo y sin que corran el grave riesgo de desaparecer.”, mantiene FEMPA.
Desde la Patronal han recordado, además, que la Reforma Laboral (RD 3/2012) en vigor desde el 12 de febrero de 2012, recoge el mismo principio consagrado en el ya citado II AENC.
“En FEMPA nunca hemos abandonado la mesa del dialogo y hemos tratado de alcanzar un acuerdo, un acuerdo además avalado por los sindicatos a nivel nacional, para evitar la asfixia de nuestras empresas y que no se destruya más empleo”, declaraban los representantes de los empresarios del metal. “Estamos intentando acudir a mecanismos que, evitando los despidos, permitan adaptar los costes laborales a las actuales circunstancias económicas con el fin de recuperar la competitividad de las empresas”.
Se da la paradoja de que en el Convenio del Comercio del Metal sí que se han seguido las recomendaciones del II AENC y el en agosto de 2012 se suscribía el acuerdo de tablas salariales 2012 que, frente a lo inicialmente previsto en el convenio de un incremento del 3%, la subida salarial para 2012 se ajustó a un 0,7%.
“Estos mismos interlocutores sindicales, que tanto en el Convenio de Comercio del Metal como en el de Industria del Metal de otras provincias se han adaptado con flexibilidad a las circunstancias económicas, mientras que al Convenio de Industria de Alicante, en cambio, nos las niegan”, explicaban desde FEMPA.