La crisis del Coronavirus ha traído consigo la normalización del uso de productos sanitarios de protección que anteriormente se limitaban a ciertos ámbitos.
Las mascarillas higiénicas y quirúrgicas son un complemento a las medidas de distanciamiento físico e higiene recomendadas por las autoridades, siendo recomendable que estas últimas se renueven cada 4 horas.
Esto trae consigo un nuevo problema en cuanto a la gestión de estos residuos, cuya producción ha aumentado considerablemente desde el inicio de la pandemia, originando graves problemas a la hora de gestionar su eliminación.
Por otra parte, las mascarillas quirúrgicas están hechas de tela no tejida de polipropileno, el cual es un compuesto químico derivado del petróleo o del gas natural, que resulta muy difícil de descomponer (su descomposición ronda los 450 años).
La acumulación indeseada de este tipo de residuos en el medio ambiente, originada por una mala gestión durante su eliminación, provoca graves problemas ambientales, convirtiéndose, junto con los guantes, en una nueva amenaza ecológica.
¿Sabes cómo desechar tus mascarillas higiénicas/quirúrgicas correctamente?
• La mejor opción sería depositar las mascarillas en un contenedor de residuos sanitarios.
• Como esto no es viable, tanto los guantes (tanto de látex como de nitrilo) como las mascarillas, deben desecharse al contenedor gris (o verde oscuro en algunos municipios).
• No desechar nunca en contenedores de desechos reciclables (contenedor amarillo).
• No tirar las mascarillas, guantes, ni toallitas desinfectantes por el retrete.
• Cortar las dos bandas de goma que sujetan la mascarilla alrededor de las orejas. Así, evitamos que se convierta en una red-trampa para los animales en caso de que por algún motivo la mascarilla termine en los mares u océanos.
Para el caso de eliminación de materiales de protección en hogares con casos positivos de COVID, te dejamos a continuación la legislación correspondiente:
https://www.boe.es/eli/es/o/2020/03/19/snd271/dof/spa/pdf