En los últimos años estamos asistiendo a la promulgación de diversas normativas que obligan a la certificación energética de los edificios, tanto de nueva construcción, como los ya existentes, e, incluso ante la venta o alquiler de edificios y viviendas puede llegar a exigirse esa certificación energética.
Estas iniciativas van dirigidas a potenciar el ahorro energético. La certificación energética, más allá de clasificar la vivienda en función de su eficiencia, permite instaurar medidas correctivas para la optimización del consumo energético en las viviendas, actuando en tres fases: proyecto, ejecución y dirección de obra.
Por ello, FEMPA apuesta por la eficiencia energética y está invirtiendo en la adquisición de equipamiento avanzado para la medición de la eficiencia energética de los edificios y de tecnología para la producción de energía renovable.
Entre los equipamientos necesarios para la certificación energética, cabe destacar la cámara termográfica que permite conocer el aislamiento térmico de las viviendas y detectar posibles fugas de la energía; el instrumento multifunción para analizar el clima en interiores y averiguar el nivel de bienestar y confort, determinando si la calidad del aire (nivel de CO2, la humedad relativa y la temperatura ambiente) y el sistema de ventilación hacen un uso racional de la energía; así como el analizador-verificador que permite registrar la información eléctrica de la vivienda.
Esta apuesta de FEMPA por la eficiencia energética y las fuentes de energía renovables es evidente, puesto que el Centro del Metal ya cuenta con instalación de energía solar fotovoltaica, instalación de energía solar térmica, y un aerogenerador, dispositivos que pueden llegar a producir cerca de 5 kilovatios a la hora, suficiente para autoabastecer una vivienda, como ya se abastece la vivienda inteligente, MetalTIC.