Un estudio del Centro de Desarrollo e Innovación (CDI) de la red de talleres independientes multimarca Confortautos asegura que la antigüedad de estos componentes también puede afectar a la seguridad de éstos en carretera, además de otros aspectos como su presión de inflado, el desgaste de los mismos y su correcta alineación.
Asimismo, el informe publicado por Europa Press, pone de manifiesto que en la actualidad el 6% de los vehículos que circulan por España (un millón aproximadamente) tiene neumáticos con más de diez años de vida. Según los datos de Confortauto, alrededor de un millón de coches llevaría ruedas con una antigüedad suficiente para influir negativamente en la seguridad al volante.
El CDI resalta que estos componentes no tienen una fecha de caducidad establecida, sino que ésta depende de su estado. Por ello, destacó que no es lo mismo que estos estén almacenados en un lugar seco, cubierto y en posición vertical a que se encuentren expuestos a la luz solar, lluvia o salitre.
Por ello, el Centro recomienda no alargar la vida del neumático más de cinco años una vez que se encuentre montado en un vehículo y resaltó que diez años representa una “fecha límite” para la seguridad. En este sentido, apuntó que el conductor suele guiarse por la profundidad del neumático (superior a 1,6 milímetros estaría bien) para comprobar su estado, “ignorando” que tiene compuestos que se degradan no sólo por el uso sino por más circunstancias.
Sin regulación legislativa
En España no existe legislación que obligue al cambio de neumáticos cuando estos cumplan una fecha determinada. De hecho, los fabricantes de neumáticos no ofrecen la fecha de caducidad de sus productos pero sí que incluyen, serigrafiado en los mismos, la fecha de fabricación (cuatro dígitos que refieren las dos primeras a la semana del año y las dos segundas al año) que nos puede servir de guía para conocer su estado. Hay que tener en cuenta que aunque no se usen (como puede ser el caso de la rueda de repuesto), o se utilicen poco, los materiales van perdiendo sus propiedades.
Un dato preocupante del estudio es el que destaca que el 90% de los conductores encuestados desconoce que los neumáticos tengan fecha de caducidad. Si desconocen este hecho, por supuesto, se manifiestan incapaces de identificar la fecha de fabricación. Al mismo tiempo, la mayoría de los conductores no sabe cuáles son las medidas del neumático de su coche ni cuáles son las presiones de inflado correctas en función de la carga.
La durabilidad de un neumático depende de múltiples factores como el uso, su exposición a altas o bajas temperaturas, el tránsito por un asfalto abrasivo, su uso con una presión de inflado incorrecta.
El hecho de que un vehículo no se use, no quiere decir que los neumáticos no se degraden. Esto se aprecia porque suelen aparecer grietas en los flancos, grietas que son extremadamente peligrosas porque pueden ocasionar un reventón con la consiguiente pérdida de la trayectoria del vehículo.
La vida útil de un neumático llega a los 40.000 kilómetros con plenas garantías con un uso normal, sin realizar una conducción agresiva tanto en aceleración como con fuertes frenadas. Siempre y cuando exista un perfecto equilibrado de las ruedas (lo que comúnmente se llama que el coche pise bien).
De igual modo, los fabricantes de neumáticos consultados por Expansión.com no recomiendan cambiar las ruedas de eje. La mayoría de los coches que circulan por España son de tracción delantera. Los neumáticos delanteros sufren una mayor degradación que los traseros. Muchos conductores optan por comprar sólo dos neumáticos y cambiar los de atrás para delante. Esto es un error porque, no conseguiremos unos neumáticos que tengan el mismo dibujo y, asimismo, no llevaremos nunca unos neumáticos nuevos en el tren delantero, eje que soporta el mayor peso y que es el encargado de propulsar al vehículo.
De igual modo, aparte del equilibrado los fabricantes de neumáticos hacen hincapié en realizar una revisión periódica del inflado. Todos estos factores influyen en la seguridad. Cuatro neumáticos nuevos, bien equilibrados y con las presiones de inflado correctas necesitan hasta un 50% menos de espacio para frenar transitando a una misma velocidad.
Esta distancia se acentúa sobre una carretera deslizante. Lo mejor sería utilizar neumáticos de invierno cuyo uso está poco extendido en nuestro país. Los neumáticos desgastados también afectan a la adherencia al trazar una curva, ya que el coche agarra menos y tiende a deslizar.
Muchos conductores apuran los neumáticos por el elevado precio a desembolsar en ruedas nuevas. Este dato dependerá del modelo de coche, del radio de la llanta, de la superficie de rodadura, del ancho del perfil, y de la velocidad a la que pueda circular. Si tomamos como ejemplo el Renault Mégane, el coche más vendido de 2012 en España, con la mecánica diésel de 110 caballos monta unos neumáticos 195/65 R15 91H. El cambio de las cuatro ruedas cuesta una media de 350/400 euros en función de marca, promoción y coste del montaje y equilibrado.