El impulso de las ayudas públicas a la compra de automóviles siguen sin ser suficiente para compensar el zarpazo de la crisis y lograr que las ventas de coches vuelvan a subir en España. Dos meses después del lanzamiento del Plan PIVE 2 las matriculaciones siguen cayendo, igual que ya sucediera durante la vigencia de su primera edición. Las patronales del sector prefieren ver el vaso medio lleno y dan por hecho que el batacazo sería mucho peor sin las ayudas.
Las ventas de coches cayeron un 11,5% en el primer trimestre del año, con solo 180.724 matriculaciones. El desplome se ha acentuado, y mucho, en el mes de marzo por el ‘efecto Semana Santa’ (el año pasado la festividad se celebró en abril). El mes pasado las ventas se hundieron un 13,9%, quedándose en de 72.677 unidades. Las patronales de fabricantes (Anfac) y de concesionarios (Ganvam y Faconauto) subrayan que, sin la distorsión estacional y contabilizando igual número de días laborables, la cifra de matriculaciones se habría mantenido en niveles similares al año pasado y se habría frenado las caídas gracias al PIVE 2.
Va mal… pero sin el PIVE sería peor
“El Plan PIVE 2, que está amortiguando la caída del mercado, continúa con un buen ritmo de operaciones”, sostienen las asociaciones empresariales. En los dos meses transcurridos desde que se puso en marcha el plan se han registrado más de 35.000 reservas para acogerse a las ayudas que, con carácter general, son de 2.000 euros por coche (1.000 euros a cargo del Gobierno y 1.000 del fabricante). Esas 35.000 reservas representan apenas una cuarta parte de entre las 145.000 y 150.000 operaciones que subvencionará el plan.
“De no existir este programa, el mercado de automóviles se situaría todavía más por debajo de lo que lo está en estos momentos”, subrayan las patronales de fabricantes y vendedores, que explican que el sector siga en níveles mínimos a pesar del PIVE debido a la menor renta disponible de las familias, la falta de créditos y la persistencia de falta de confianza en el consumidor en plena recesión.
¿Se alcanzarán los 700.000 en 2013?
La primera edición del Plan PIVE estuvo en vigor durante los últimos tres meses de 2012, pero ni consiguió evitar que el pasado fuera el peor año del sector desde los ochenta ni logró evitar que continuara la caída de matriculaciones durante su aplicación. 2012 se cerró con menos de 700.000 coches vendidos, un 13,4% menos. El sector del automóvil admite que en este ejercicio la cifra podría ser todavía menor… a pesar de que se dé por hecho que sin las ayudas a la compra el batacazo sería aún peor.
“Es indudable que el Plan PIVE 2 está animando el tráfico a los concesionarios y amortiguando la caída del mercado en medio de una crisis de confianza, consumo y financiación. Sin Plan podríamos hablar de unas ventas para este año en el entorno de las 630.000 unidades que se convertirán en cerca de 700.000, repitiendo el volumen de 2012, gracias a los incentivos a la compra”, augura Juan Antonio Sánchez Torres, presidente de Ganvam. “Se puede decir que el mercado está atravesando su momento más duro pero que, en los próximos meses, la percepción general será positiva. En cualquier caso, esto pasa, en gran medida, por que los bancos mejoren ya el acceso al dinero”, apunta, por su parte, Jaume Roura, presidente de Faconauto.
Los expertos del sector siempre ven en las ventas a particulares el mejor termómetro de la marcha del sector y a ello de agarran para prever una contención de las caídas. Las matriculaciones realizadas por particulares siguen cayendo en el trimestre (un 3,8%, con 84.320 unidades) y en marzo (un 8,2%, con 29.243), pero las patronales aseguran que sin el ‘efecto Semana Santa’ las ventas a particulares ya mostrarían un incremento el mes pasado por el PIVE 2. En paralelo, las ventas a empresas y al sector del ‘rent a car’ se mantienen en negativo entre enero y marzo, con sendos descensos del 24% y del 9,7%.