Los rayos del sol impactan en las placas fotovoltaicas, la red de energía eléctrica se carga y usted puede subir del portal, a pie de calle, hasta su cuarto piso. Esta secuencia es posible: la multinacional suiza Schindler, líder en el sector de ascensores, escaleras mecánicas y otros servicios, acaba de instalar en Barcelona el primer ascensor movido por energía solar del mundo. Una versión del exitoso modelo Schindler 3300 que permite reducir hasta un 50% la energía consumida durante un año.
«Se trata del punto de partida para los ascensores movidos por energías renovables», afirma Alain Garrigue, director de negocios de Europa-Sur de Schindler al periódico ABC (edición digital). En función de la disponibilidad de la fuente de alimentación, el ascensor puede llegar a operar de forma autónoma respecto a la red eléctrica. No se vería afectado por los apagones. Una característica especialmente útil en los mercados que experimentan frecuentes cortes de energía, como los países emergentes. Según la compañía, «se reduce al mínino la posibilidad de que los pasajeros se queden atrapados en el ascensor».
A pesar de la diferente situación en los mercados, Schindler logró en 2012 aumentar sus ingresos en un 5,1%, hasta los 8.258 millones de francos suizos, y sus pedidos en un 8,7%. Un aumento provocado por el negocio en los mercados emergentes.