El Gobierno defiende que la reforma laboral ha evitado la destrucción de 225.800 empleos en su primer año de aplicación. Así consta en el informe de evaluación del impacto de la reforma laboral analizado por el Consejo de Ministros y que tendrá una posterior evaluación por parte de un organismo independiente, en este caso la OCDE, previsiblemente el próximo otoño.
Según muestra el informe, la reforma ha servido también para que el incremento de la tasa de paro se haya moderado, mientras que por primera vez durante la crisis, un mayor deterioro del PIB no se ha traducido en una aceleración del ritmo de destrucción de empleo.
Según los datos que maneja el Ejecutivo, la economía española será capaz de generar empleo a partir de una tasa de crecimiento de entre el 1% y el 1,2%.
En materia de flexibilidad interna ha dicho que el 27% de las empresas de más de 50 trabajadores han modificado salarios y han reducido jornadas (han subido el 50%) como alternativa al despido
También ha dinamizado la negociación colectiva, según Báñez, quien ha resaltado que en el primer semestre del año se ha casi duplicado el número de convenios firmados, que han sido 641 para más de 1,3 millones de trabajadores.
Otro efecto es que las inaplicaciones de lo pactado en convenio han ascendido a 2.149, de las que el 96 % han sido acordadas, para más de 118.000 trabajadores.
La caída de la contratación indefinida se ha frenado y la nueva figura contractual creada en la reforma, el contrato indefinido de apoyo a empresas de menos de 50 trabajadores, está funcionando “bien”, ha asegurado Báñez, que ha cifrado en 120.000 las personas que han accedido al mercado de trabajo a través de ella, de los que el 40% son jóvenes.
La ministra ha añadido que este tipo de contratación ha resultado ser estable, porque el 60% de esos contratos indefinidos se mantienen pasado el año.
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