Proyecto de Real Decreto de Autoconsumo
El sector de las energías renovables, especialmente el fotovoltaico, ha denunciado estos días que el proyecto de Real Decreto de autoconsumo, que comenzó su tramitación el pasado 6 de junio, tiene como claro propósito impedir el desarrollo de esta medida de ahorro y eficiencia energética basada en las energías limpias, neutralizando, de esta forma, el despegue de un mercado, el del autoconsumo, que podría revolucionar el sistema eléctrico nacional, ahora en manos de cinco compañías que controlan el 99,7% del sector, según la APPA.
El texto mantiene el “impuesto al sol” introducido en el primer borrador y lo agrava. El “peaje de respaldo” previsto en el borrador de julio de 2013 para la energía autoproducida y autoconsumida pasa a denominarse en este nuevo texto “cargos” por peaje de acceso a las redes, menos un descuento por los ahorros en transporte, más “otros costes”. En total, un montante similar al del antiguo “peaje de respaldo” para las instalaciones domésticas (+13%), que se incrementa notablemente para el sector servicios y PYMES (+100% en la mayoría de casos).
Además, prevé un “cargo” extra para aquellas instalaciones que cuenten con sistemas de almacenamiento de energía, que haría completamente inviable su rentabilidad, alargando el plazo de recuperación de la inversión a más de 30 años, aproximadamente, la vida máxima de las instalaciones de autoconsumo.
La paradoja de Canarias, Ceuta y Melilla
En estos territorios extra peninsulares, el coste del suministro eléctrico es especialmente elevado (184 €/MW/h en Canarias, 139 €/MW/h en baleares), suponiendo un incremento en la factura eléctrica del total de consumidores del país de 1800M€.
El texto reconoce la especial idoneidad para el sistema de las instalaciones de autoconsumo en estos territorios extra peninsulares (menos de 100€/MWh), donde la autogeneración en el punto de consumo es notablemente más económica que el transporte de energía desde la península.
Sin embargo, y sin ningún tipo de razonamiento, tan sólo exime a los autoconsumidores de dichos territorios del pago del “impuesto al sol” hasta 2020, un periodo insuficiente para amortizar la instalación de un sistema fotovoltaico de autoconsumo.
Una normativa contraria a derecho que desprecia a las instituciones
El nuevo borrador de normativa no tiene en cuenta las críticas realizadas por instituciones como la Defensora del Pueblo, la Comisión Nacional de Competencia o la Comisión Nacional de la Energía. Tampoco las alegaciones realizadas por las asociaciones de consumidores y usuarios, el resto de partidos políticos, y asociaciones profesionales.
El proyecto de normativa vulnera el derecho civil a producir tu propia energía. El “impuesto al sol” es contrario a la Constitución Española al resultar expropiatorio y al “Principio de igualdad”, al ser discriminatorio con respecto a otras fuentes de energía.
Vulnera, asimismo, la Directiva 2009/72/CE del mercado interior de la electricidad al no considerar los beneficios para el sistema de este tipo de instalaciones y la Directiva 2009/28/CE, de 23 de abril, de fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables, al entorpecer artificialmente el desarrollo de esta tecnología.
Retroactividad y amenaza de multas mayores que por vertidos nucleares
El proyecto de Real Decreto obliga a todas las instalaciones ya legalizadas a adaptarse a las nuevas condiciones, bajo amenaza de infracción “muy grave” multada con hasta 60 M€. Esta desproporcionada sanción es el doble de la multa prevista para los escapes nucleares y hasta 260 veces más que la prevista para negligencias que provoquen un accidente aéreo.
La nueva normativa también llevaría a la ilegalidad a los proyectos superiores a los 100 kW, prohibidos en este borrador.
Discriminación del autoconsumo fotovoltaico con respecto a otras fuentes de energía y medidas de eficiencia energética
Las centrales de producción convencionales –nucleares, carbón, gas- son de los mayores autoconsumidores del país. Consumen aproximadamente un 8% de su producción, pero están exentas de los “cargos” que sí se aplican al pequeño autoconsumidor. La aplicación de estos “cargos” a las grandes centrales de energías fósiles supondrían unos ingresos para el sistema de en torno a los 230M€ al año.
El autoconsumo por cogeneración también está exento hasta 2020 de los “cargos”, que supondrían unos 100M€ al año.
Sin embargo, el “impuesto al sol” que se pretende imponer a los pequeños autoconsumidores fotovoltaicos, no aportaría al sistema más de 15M€ anuales.
Tampoco se gravan otras medidas de ahorro y eficiencia energética, como el uso de electrodomésticos eficientes que, por su propia naturaleza, buscan el ahorro energético.
El desarrollo del autoconsumo fotovoltaico tendría una incidencia mínima en los ingresos del sistema
El desarrollo del autoconsumo fotovoltaico tendría indudables ventajas: Ahorros en transporte y distribución, reducción del precio pool en las horas pico, bajada de las emisiones de CO2, ahorros para las familias y empresas, aumento de la competitividad en el sector eléctrico y creación de más de 30.000 puestos de trabajo en 10 años, entre otros.
Y su incidencia en la reducción de ingresos para el sistema eléctrico sería mínima: Cada 100 MW de autoconsumo (el año pasado tan sólo se instalaron 22MW fotovoltaicos en total), supondrían una merma de 0,01% en los ingresos del sistema, 2,2M€. Tan sólo en 2014, Red Eléctrica de España obtuvo unos beneficios antes de impuestos de 1385M€.
Insensibilidad con la pobreza energética
El nuevo borrador introduce además la prohibición de autoproducir su propia energía a las personas que estén acogidas al bono social o cuenten con la tarifa reducida de “Precio voluntario para el pequeño consumidor”.
Una regulación contra el autoconsumo sin parangón en el mundo
Teniendo las mejores condiciones de Europa, mejor radiación y una industria fotovoltaica líder y referente internacional, nos convertiría en el país con las peores condiciones para implementar una solución de autoconsumo energético basado en energías limpias.
España sería el único país del mundo con una regulación de autoconsumo diseñada para evitar su desarrollo en vez de promoverlo.
La gran mayoría de países con regulaciones de autoconsumo introduce el concepto de “balance neto” para un uso eficiente de la red eléctrica.
El balance neto supone que cuando una instalación de autoconsumo genera más energía de la que consume en ese momento (por ejemplo un hogar que durante el día se queda vacío), la cede a la red. A cambio, cuando necesita electricidad y la instalación no produce, como cuando cae el sol, toma de la red un equivalente a lo cedido durante el día. EEUU, Canadá, Australia, Bélgica, Brasil, Chile, China, Dinamarca, Francia, Alemania, Israel, Italia, Japón, México, Suiza, Holanda o Gran Bretaña ya cuentan con sistemas en este sentido.
La introducción del balance neto en España sin “impuestos al sol”, permitiría amortizar una inversión de autoconsumo para una PYME en unos 4 años, unos 13 años para el caso de un hogar.
El proyecto de Real Decreto de autoconsumo planteado por el Ministerio de Industria supondría la inviabilidad de todos los proyectos con batería y de los proyectos domésticos, alargando la recuperación de la inversión por encima de los 30 años. En el caso de una PYME, alargaría esta recuperación de la inversión por encima de los 7 años.
Fuente: ESEficiencia.es