La Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM) ha presentado el estudio “La Morosidad de las Empresas en España”. El informe alerta sobre el plazo medio de pago a proveedores por parte del sector privado, que en 2010 se dilató hasta tres meses y medio (105) días, frente a los 85 que establecía la Ley para ese año. La PMcM ha sido la encargada de realizar el estudio a partir de los datos de 13.000 empresas depositados en el Registro Mercantil.
En el año 2012, según explicó Rafael Barón, el presidente de la PMcM, el límite está fijado en nuestro país en 75 días y en 2013 la Directiva Europea nos exigirá pagar en un máximo de 60 días. “No puede ser que una de cada tres empresas cierren por culpa de la morosidad”, afirmó Barón.
El estudio de la PMcM refleja los diferentes comportamientos de las empresas dependiendo de la actividad que desarrollen. Por grandes sectores de actividad, la construcción es el más moroso con 253 días de plazo medio de pago, seguido del servicios (142), industrial (69) y primario (48).
En el resto de actividades, la PMcM explicó que después de la construcción, la actividad con más índice de morosidad (176 días) es el grupo que engloba a determinados servicios a empresas como las actividades profesionales, jurídicas, consultoría, relaciones púbicas, servicios técnicos, publicidad y diseño.
De acuerdo con el informe de la PMcM existe una relación inversa entre el tamaño de la empresa y el plazo medio de pago. Las compañías más grandes son las que presentan unos plazos de pago más cortos (103 días), y las pequeñas las que tardan más (127). Por su parte, las empresas medianas registraron un plazo medio de cobro de 110 días.
Desde que se inició la crisis, la PMcM estima que de unas 500.000 empresas que han desaparecido (200.000 pymes y 300.000 autónomos), un tercio ha sido debido a la morosidad.
Para acabar con esta lacra, el portavoz de la PMcM, Antoni Cañete, propuso, “además de la creación del Observatorio de la Morosidad (que permitiría conocer con rigurosidad el comportamiento en los pagos), crear un régimen sancionador con multas de hasta 900.000 euros e implantar medidas no coercitivas de intermediación extrajudicial como la figura del mediador, que tanto éxito cosecha en Francia”.
La morosidad nos aleja de Europa y lastra a todos los sectores productivos, pero el alto índice de la construcción, implica directamente a las empresas instaladoras, que llevan muchísimo tiempo quejándose de los impagados. Mes a mes, en laa sección de “El Termómetro” de la PMcM, señalan la morosidad como uno sus principales problemas.
Ciertamente, la inyección de dinero que ha supuesto el reciente pago a proveedores ha significado un balón de oxígeno para muchas empresas. 9.000 millones en la primera fase con el pago por parte de corporaciones locales y ayuntamientos, y 18.000 millones en la segunda fase, cuando a partir del 30 de junio comiencen a pagar las Comunidades Autónomas. Pero también se hace necesario un cambio de mentalidad que haga que la sociedad española se asemeje en sus plazos de pago a las grandes economías de Europa. No podemos seguir en el furgón de cola de los malos pagadores, únicamente superados por Grecia e Italia.
Esto redundaría, además, en un descenso de los gastos financieros de nuestras empresas y en un aumento de la competitividad en el mercado global en el que tienen que luchar. No hay, además, otro remedio porque Europa nos exigirá pagar en un máximo de 60 días a partir de 2013.
Descárguese el estudio “La Morosidad de las Empresas en España”
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