Fuente Expansión
La crisis económica ha hecho caer la venta de coches nuevos a niveles de hace dos décadas. Esto se traduce en un mercado que apenas alcanzó las 700.000 matriculaciones en 2012, cifra que espera mantener e incluso superar este año gracias al impulso del Plan Pive 2.
La disminución de la renta de las familias, el paro y la incertidumbre laboral hacen que el consumidor no se plantee realizar la compra de un vehículo nuevo. Esto provoca varias consecuencias: caída de las ventas de nuevos y la consiguiente prolongación de la vida del usado que implica una reducción de la oferta de vehículos de ocasión. Esta última también se ve agravada porque las empresas no están renovando sus contratos de leasing o renting sino que renegocian alargar los existentes. Consecuencia, hace falta un 12% más de coches usados en el mercado para satisfacer la demanda, según los datos de un informe elaborado por MSI para Faconauto, la patronal de los concesionarios.
Sin embargo, a pesar de la supuesta escasa oferta, el cliente lo demanda por tener un precio más accesible que el del vehículo nuevo (el usado cuenta con más equipamiento por el mismo precio de uno nuevo); o “porque se pueden encontrar verdaderas gangas procedentes de embargos”, explica un comercial de un concesionario de segunda mano de Madrid.
En concreto, el mercado de automóviles usados generó un volumen de negocio de 2.235 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que representa un crecimiento del 4,9% respecto a los 2.130 millones contabilizados en el mismo período de 2012, según datos de Ganvam que recoge Europa Press.
Por su parte, según los datos de la Agencia Tributaria, la base imponible correspondiente a las matriculaciones de coches nuevos (importe que no recoge los impuestos), se situó en 2.365 millones de euros en los tres primeros meses del año, lo que se traduce en una reducción del 11,3% en relación con el mismo período del ejercicio precedente.
La diferencia entre el volumen de negocio que generan ambos mercados sigue estrechándose y se sitúa en 130 millones de euros (un 5,5% de diferencia a favor del mercado de nuevos) al cierre del primer trimestre del año; en una evolución paralela a la de las ventas de coches nuevos y usados.
En los tres primeros meses de este año se matricularon en España 180.724 turismos y todoterrenos nuevos, lo que supone un retroceso del 11,5% en comparación con el primer trimestre del ejercicio anterior. Al mismo tiempo, en el primer trimestre de 2013, las ventas de coches usados ascendieron a 413.550 unidades, un 6% más. De esta forma, en el primer trimestre se comercializaron 2,3 automóviles usados por cada vehículo nuevo.