Aportación positiva de la demanda externa
La demanda externa, por el contrario, mantiene una aportación positiva al crecimiento. Este año aportará 2,4 puntos al PIB en una senda descendente hasta 2016, sobre la base de que la demanda interna tomará progresivamente el relevo. El objetivo es conseguir un patrón de crecimiento más equilibrado. Durante estos años se mantendrá la pujanza de las exportaciones, hasta crecer un 7,1 por 100 en 2016, lo que refleja las fuertes ganancias de competitividad de la economía española. También las importaciones evolucionan al alza, en paralelo con la recuperación de la economía.
España registrará ya este año capacidad de financiación frente al resto del mundo (1,9 puntos del PIB), lo que supone un cambio de signo respecto de la situación más reciente y alcanzar unos niveles nunca logrados en la economía española. Se trata de la corrección de un desequilibrio necesario para superar la recesión, ya que implica que España está reduciendo de forma considerable su posición deudora frente al exterior. Esta mejora se percibirá sobre todo en el sector privado y permitirá amortizar deuda y financiar gastos de consumo e inversión.
Evolución del empleo
Las previsiones sobre evolución del empleo indican que se desacelera la destrucción de puestos de trabajo, hasta alcanzar tasas positivas en 2015. Estos datos, medidos en media anual, son compatibles con un perfil de cambio de tendencia ya el año que viene, con tasas intertrimestrales positivas. La reciente reforma laboral y la mayor flexibilidad en el mercado de trabajo permitirán a la economía española continuar con las mejoras de competitividad derivadas de la moderación de costes y precios. El objetivo es que la economía española cree más empleo en relación al PIB que en años anteriores. La tasa de paro flexiona en 2014 (hasta el 26,7 por 100 de la población activa), para situarse por debajo del 25 por 100 en 2015.
Para más información descárguese la actualización del Programa de estabilidad presentado por el Ministerio de Economía