A través de diversos medios de comunicación hemos conocido que el Gobierno quiere ampliar el plan PIVE, que incentiva la compra de automóviles con bajas emisiones de CO2, y que el pasado lunes agotó los 75 millones de euros con los que estaba dotado.En total son 75.000 unidades entre ventas ya realizadas y reservas de clientes de coches que se están fabricando y serán entregados en semanas.
Los fabricantes de automóviles confían en que mañana el Consejo de Ministros anuncie una prórroga del Plan PIVE. Si bien el Ministro de Industria, José Manuel Soria, ha explixado que el Ejecutivo busca la fórmula para financiar un nuevo programa de ayudas a la renovación de automóviles
Según explican dos fabricantes al periódico las Provincias, la prórroga del plan tendrá una dotación de 120 millones de euros, aunque el objetivo era llegar a los 140 millones de euros.
Según los cálculos de los fabricantes, con este presupuesto se podría prolongar las ayudas hasta agosto (julio es tradicionalmente el mes de más ventas). De este modo, las cuentas del 2013 de concesionarios, redes comerciales y fábricas podrían mejorar sustancialmente.
Además, la prórroga de los incentivos a la compra, según las fuentes consultadas por Las Provincias, añade 40 millones de euros para vehículos industriales, es decir, furgones de tipo medio y camiones de pequeño y largo recorrido.
Tanto el Gobierno como las asociaciones se muestran satisfechos con una experiencia que ha permitido atenuar la fuerte caída de ventas de automóviles y que ha insuflado algo de dinamismo al sector. Ambas partes sostienen que, por cada euro que se invierte en el programa se recaudan más de dos en forma de impuestos. El problema es que el plan de ayudas implica a varios ministerios (Industria, Hacienda, Medio Ambiente…) y la disponibilidad presupuestaria es muy reducida.
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