El pasado 1 de octubre se suprimía el marco regulatorio de la actividad de fontanería, con la publicación del Decreto141/2012, decisión tomada por el Consell que conlleva graves consecuencias para la seguridad, además de afectar contundentemente a los consumidores y usuarios, y a las empresas y trabajadores. A partir de ahora no existe un control y una supervisión sobre los diversos elementos de la instalación, lo que podría afectar a la calidad del agua en cada hogar, y suponer un grave riesgo para la salud humana.
Desde el principio FEMPA ha mostrado su rechazado a lo que desde el Consell han querido argumentar como solución para incorporar a la legislación autonómica la Directiva de Servicios 2006/123/CE y su transposición al ordenamiento jurídico español a través de la Ley 17/2009 de libre acceso a las actividades y servicios y su ejercicio.
Muchas han sido las reuniones mantenidas entre FEMPA y las altas esferas de la Conselleria de Industria, individualmente y en conjunto con las otras federaciones valencianas del metal, para que, sin embargo, se haya optado por una decisión que elimina la actividad profesional de la fontanería.
Ante la entrada en vigor del Decreto, FEMPA va a presentar un recurso contencioso administrativo, recurso cuyos detalles se darán a conocer durante la ponencia en la que, además, se explicarán todas las gestiones realizadas hasta la fecha, siempre en defensa de los intereses de nuestros empresarios, la situación en la que se encuentra la actividad de fontanería, así cómo iniciativas para 2013 en defensa y fomento de la actividad para los instaladores.
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