CETRAA y FACONAUTO han interpuesto ante la Dirección de Investigación de la Comisión Nacional de Competencia una denuncia contra las presuntas prácticas prohibidas en materia de defensa de la misma por parte de Centro Zaragoza. Concretamente, ambas organizaciones perciben una clara “infracción de las normas de competencia al fijar e imponer a los talleres oficiales e independientes precios y tiempos de reparación en la valoración de los daños materiales de los automóviles siniestrados”.
Francesc Faura y Antonio Romero-Haupold, representantes de la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines (CETRAA) y la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (FACONAUTO), firman la denuncia, que, en este momento se encuentra en fase de evaluación por parte de Competencia.
“Las principales aseguradoras del ramo de automóviles que operan en el mercado de español crearon, y participan en la actualidad, Centro Zaragoza. Ese Instituto, por acuerdo de sus miembros, elabora una publicación de tiempos de reparación en las operaciones de pintado de automóviles, conocido como Baremo CZ, que se ha convertido en el de mayoritaria aplicación en el sector, porque la práctica totalidad de esas aseguradoras lo imponen en las peritaciones de los daños de los automóviles, no solo a sus propios asegurados, sino incluso a los perjudicados en un accidente de circulación”, informan desde CETRAA y FACONAUTO. Asimismo, recuerdan que “sólo la actividad de pintado de automóviles supone al año 900 millones de euros del total de indemnizaciones que las aseguradoras tienen que pagar a los usuarios de los vehículos que han sufrido daños materiales en un accidente”.
En este sentido, la denuncia, de alrededor de 40 páginas y apoyada en más de 2.000 documentos, tiene por objeto que las autoridades de Competencia tomen consciencia de que en las relaciones habituales entre talleres y aseguradoras se da la imposición de un baremo que de forma general reduce el importe de las facturas de chapa y pintura que las compañías pagan a los reparadores, sacrificando así el resultado y la calidad de los trabajos para incrementar su margen de beneficios.
La aplicación por los peritos de las compañías aseguradoras de este baremo de tiempos condiciona los métodos de trabajo de los talleres y la calidad del proceso de reparación previsto por el fabricante del vehículo, en perjuicio de los asegurados y usuarios de automóviles, concluyen desde ambas patronales.
De este modo, desde FACONAUTO se ha recordado que existen otros baremos que tienen por objeto garantizar la calidad en la reparación que arrojan valoraciones, para las mismas intervenciones, más elevadas, mientras que el de Centro Zaragoza parece limitarse a aplicar un mero descuento sobre los baremos elaborados por los fabricantes, lo que hace necesario que se revise tanto el sistema de elaboración del Baremo de Centro Zaragoza como los mecanismos de aplicación del mismo.
CETRAA y FACONAUTO consideran que estas prácticas, además de perjudicar gravemente a los talleres de reparación, pueden afectar a la libre competencia y suponen un condicionamiento injustificado e injustificable del libre mercado responsable, por lo que han decidido apelar a Competencia para que se investiguen las situaciones de abuso que se producen y, en su caso, para que se puedan prohibir “estas prácticas anticompetitivas que perjudican gravemente a los asegurados y a los propios empresarios del sector”.
Por su parte, desde CETRAA se ha subrayado el impacto social de este tipo de prácticas en la viabilidad de muchas empresas de reparación, así como la tremenda dependencia del taller frente a aseguradoras y peritos. Por todo ello, la iniciativa pretende que se puedan corregir los desvíos que pudieran encontrarse en un baremo que, según los denunciantes, se aplica en más del 55% de las reparaciones de carrocería.
Desde ATAYAPA, que ostenta la Vicepresidencia de CETRAA, se ha apoyado activamente desde el comienzo esta importante iniciativa, colaborando en el acopio de las pruebas que fundamentan la reclamación y a través de la difusión en su momento de una encuesta entre los talleres asociados en la que se puso de manifiesto el malestar de estos ante la aplicación de un baremo que perjudica seriamente a los talleres y a sus clientes consumidores finales.