Situado en el área de la malagueña Playa de la Misericordia, el objetivo de esta experiencia es conseguir cifras tan positivas como un ahorro energético del 20 por ciento, una reducción de las emisiones de 6.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año y un aumento del consumo de energías renovables.
Lograr tan ambiciosas aspiraciones pasa por utilizar de una forma más óptima los recursos energéticos y fomentar el uso racional de la energía; pero la racionalidad aumenta la necesidad de control, de supervisión y de integración de todos los elementos en juego. Para llevar a la práctica la tarea de coordinar todas las piezas que forman el puzle, Smartcity acaba de inaugurar su centro de control y monitorización, una sala de casi 200 metros cuadrados desde la que se verifican todos los parámetros del proyecto. «Desde aquí comprobamos en tiempo real las variables críticas y relevantes de Smartcity, como son los consumos de los clientes, el estado de la red de media y baja tensión, los indicadores energéticos y de emisiones de CO2, etcétera. Esto nos permite adecuar las medidas de control a las necesidades de los clientes de la zona», explica Jorge Sánchez Cifuentes, director del Programa del Vehículo Eléctrico de Endesa.
LABOR DIVULGATIVA
Pero el nuevo centro de control tiene otra labor divulgativa que resulta clave para conseguir que el modelo de ciudad inteligente desarrollado en Málaga pueda exportase a otras capitales españolas en un futuro no muy lejano. «El centro se ha montado con una clara visión pedagógica que nos permitirá difundir y enseñar los resultados. Así, ayudaremos a crear la conciencia en los ciudadanos de la importancia que tiene el cliente en los retos energéticos en los que estamos inmersos», aclara Sánchez Cifuentes. En concreto, el centro está dividido en zonas temáticas y cuenta con pantallas que explican a los viandantes de forma sencilla el funcionamiento de cada una de las tecnologías que hacen posible Smartcity.
La movilidad eléctrica es otro de los ingredientes clave del éxito de la ciudad inteligente. Por ello, Endesa y Mitsubishi lideran en Málaga el proyecto Zem4all, una iniciativa que contempla la introducción de una flota de unos 200 vehículos eléctricos, alrededor de los cuales se integrarán 220 puntos de recarga normal y otros 16 puntos de recarga rápida, así como sistemas de optimización de la red de distribución energética y de interacción con el usuario. «Smartcity presenta un entorno vivo de prueba y mejora en el que no podían faltar los vehículos eléctricos. Los primeros coches comenzarán a llegar este otoño, ya que antes es necesario realizar fases previas, como la selección de los participantes o la creación de infraestructuras óptimas de carga», puntualiza Sánchez Cifuentes.
ONCE MIL USUARIOS DOMÉSTICOS
Aunque el proyecto apenas acaba de arrancar (todavía quedan por delante cuatro años de vida y experimentación), 300 clientes industriales, 900 de servicios y 11.000 usuarios domésticos ya se benefician de los privilegios de habitar en una denominada ciudad inteligente. «Los ciudadanos pueden conseguir dos ventajas claras respecto a una ciudad “habitual”. La primera es conocer con más detalle sus consumos energéticos, sabiendo por ejemplo a qué hora tienen su mayor pico de consumo y cómo se produce. Así, la segunda de ellas es la optimización de la factura energética, ya que al conocer su consumo, el usuario puede actuar en consecuencia, variando su comportamiento o aprovechando mejor su contrato para gastar cuando es más barato, con opciones como la tarifa nocturna», explica Sánchez Cifuentes. Así, en el futuro no habrá que esperar uno o dos meses para saber cuánta energía gastamos, bastará conectarse a Internet para conocer el consumo casi al instante. «Las tecnologías que se están instalando, como los contadores de telegestión, permitirán tener clientes informados, sensibilizados con su consumo y, por tanto, responsables de sus emisiones», añade el responsable de Endesa.
Si en los hogares el contador inteligente es el gran protagonista de este proyecto, en la calle prima la integración óptima de las fuentes renovables en la red eléctrica. En concreto, está prevista la instalación de paneles fotovoltaicos en edificios públicos, el uso de microgeneración eléctrica en hoteles, como el Vincci Málaga, o el desarrollo de sistemas microeólicos en la zona. Entre otras acciones, en septiembre comenzará la instalación de 28 luminarias con generación renovable, minieólica y fotovoltaica sobre las propias farolas del paseo marítimo. Además, se utilizarán también sistemas de almacenamiento energético en baterías para facilitar su consumo posterior en la climatización de edificios, el alumbrado público y el transporte eléctrico. «Aunque todavía es pronto para hablar de resultados, vamos en el buen camino. Málaga será un referente mundial», apunta Sánchez Cifuentes