Para FEMPA, la huelga convocada para el sector metal de la provincia de Alicante en el día de hoy por espacio de 4 horas, es el producto de una estrategia sindical coordinada a escala nacional. Los sindicatos actuaron primero con maniobras dilatorias y sin avances hasta llegar a dejar los convenios provinciales del metal en un punto muerto, para a continuación utilizar el supuesto bloqueo de estos convenios como pretexto para presionar a CEOE y que ésta renuncie a su planteamiento de una reforma laboral. Para FEMPA esto tiene que ver muy poco con la negociación colectiva del metal de la provincia de Alicante y con su utilización se demuestra muy poco respeto hacia los empresarios y trabajadores del metal de esta provincia.
FEMPA entiende que, si lo que quieren los sindicatos es manifestarse contra la CEOE o la mesa nacional de Diálogo Social, de la que también forma parte el Gobierno, deberían tener la valentía suficiente para hacerlo abiertamente pero sin culpabilizar a los empresarios de esta provincia y sin cebarse con un maltrecho sector del metal provincial. Para FEMPA se está abusando del derecho de huelga que no está para este tipo de veleidades y actos de fuerza sindical. “No existen razones objetivas para esta huelga, se utiliza nuestro convenio sectorial como pretexto y como campo de pruebas para posteriores movilizaciones anunciadas”.
Como muestra de que la convocatoria de huelga responde a una estrategia sindical nacional, baste citar que la convocatoria en nuestra provincia ni tan siquiera ha respetado la celebración del preceptivo acto de conciliación que debe ser previo a la huelga y que en Alicante no se ha celebrado. Es decir, deliberadamente se ha querido llegar a la huelga, o mejor, manifestación, porque es en lo que ha quedado.
“Las cosas están muy mal y los sindicatos parecen ignorar que los trabajadores y empresarios de nuestro sector no estamos para este tipo de alardes. Además ha quedado de manifiesto, por la información puntual que hemos ido recabando a lo largo de toda la mañana, la escasa incidencia de la huelga”. Para FEMPA la falta del ambiente necesario, ha propiciado que los sindicatos tuvieran que reconvertirla rápidamente en manifestación. “Para reunir suficiente número de manifestantes, han movilizado a toda su plantilla de delegados sindicales y no sólo de otros sectores de Alicante, si no también de las provincias limítrofes”.
Para la Federación los sindicalistas han olvidado en su manifestación la reivindicación de medidas económicas urgentes a quien se tienen que reclamar para afrontar la necesaria recuperación económica. De haber planteado en esos términos la manifestación, probablemente muchos de los pequeños y medianos empresarios alicantinos del metal se habrían sumado.
FEMPA está convencida de que la propuesta Patronal para la suscripción del convenio es más que razonable. En un momento en que el IPC se sitúa en el -1%, no sólo garantiza en estos momentos de crisis el poder adquisitivo de los trabajadores, si no que lo mejora, con incrementos salariales del 1,5% para todo el año 2009 y del 1% para cada uno de los siguientes años. En todos ellos con la cláusula de revisión retroactiva.
La vigencia de 4 años (incluido el presente 2009 próximo a su finalización) que FEMPA plantea, coincide con el ciclo de recesión y posterior recuperación económica de nuestro país, en línea con todos los informes del máximo prestigio del FMI, OCDE, Unión Europea, Banco Central Europeo, etc… que apuntan hacia una salida de la crisis en España, con mucho mayor retraso que el resto de países, después de 2012.
FEMPA considera que, en estos momentos más que nunca y en línea con la necesaria disponibilidad de todos los instrumentos de gestión empresarial que el Estatuto de los Trabajadores reconoce, necesario pero con carácter transitorio mientras persista la crisis, opere la cláusula absorción y compensación que establece el artículo 26.5 del estatuto de los trabajadores. Es decir, que los salarios más altos, que van por encima de lo que marca el convenio, no se aprovechen automáticamente de las subidas posteriores del convenio, previstas para los salarios de mínimos que reflejan sus tablas. Esta medida acaba de ser aceptada por estos mismos sindicatos UGT y CCOO en el Convenio del Metal de Madrid que se acaba de firmar y FEMPA no ve razón para no adoptar aquí también esa medida, porque como representante sectorial provincial, FEMPA no tiene por qué renunciar a un derecho que el estatuto reconoce a los empresarios en su gestión.
De igual modo, la falta de eficacia absoluta de la actual cláusula de descuelgue del convenio, actualmente opera la reducción de jornada, incumple lo previsto en el artículo 82.3 y 85.3 del estatuto de los trabajadores. FEMPA puede demostrar como hasta la fecha ninguna empresa con pérdidas fehacientes convenientemente auditadas ha podido descolgarse del convenio, tal y como prevé el estatuto, por lo que se ha tenido que acudir directamente a los expedientes de regulación de empleo y a otras medidas más traumáticas como la suspensión y el despedido.
Otro de los aspectos que los sindicatos pretenden silenciar es que en la propuesta de FEMPA existe una pluralidad de medidas sociales que van en la línea de incrementar y extender derechos de los trabajadores en el ámbito de las empresas provinciales del metal. En este sentido se incrementan a favor de los trabajadores y trabajadoras de manera significativa las licencias retribuidas, las excedencias (especialmente las excedencias por razones familiares), así como las medidas para garantizar la no discriminación de sexo. Todo ello en aras de lograr avanzar en la conciliación de la vida familiar y reconocer y ampliar otros derechos hasta ahora no recogidos en el texto del convenio.
Para finalizar, según un portavoz de la patronal FEMPA “Pedimos responsabilidad a los líderes sindicales porque todo esto es un episodio más de la denigrante situación que estamos viviendo los empresarios actualmente en este país. Se nos está culpabilizando injustamente de la lamentable situación económica que vivimos y los sindicatos se están tratando de aprovechar de esta situación para obtener en la negociación colectiva lo que la situación económica no permite, con subidas salariales disparatadas en estos momentos de crisis”.
El Convenio de la Industria del Metal de la Provincia de Alicante, afecta a 45.000 trabajadores de la industria y los servicios del metal provincial.